miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Cómo impulsar a los estudiantes hacia el gusto por adquirir una cultura científica?



Rafael Miranda Garrido

Miembro de la Comunidad de Educadores por la Cultura Científica de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura

El quehacer docente—sin duda alguna—es una de las tareas que más tiempo y dedicación requieren para lograr resultados convincentes durante el proceso educativo. Para satisfacer a estudiantes, padres de familia y sociedad en general los esfuerzos tienen que ser cada vez mas coordinados con otros especialistas y profesionales interesados en transformar las condiciones tan limitantes que frenan una educación de calidad.

 


Para no fallar a tan noble labor, los educadores también requieren ser ayudados y respaldados con propuestas didácticas de excelente contenido y para ello, todos aquellos docentes que han decidido entregarse a la formación de sus estudiantes, ya pueden utilizar los materiales didácticos que la Comunidad de Educadores por la Cultura Científica (CECC) ha diseñado para tal fin.
Cabe agregar que consultar el amplio repertorio de artículos, encuestas, entrevistas que son ya parte de la producción intelectual de muchos docentes e investigadores de distintos países de América Latina que atinadamente nos ofrecen sus mejores reflexiones y contribuciones, que seguramente son el resultado de un profundo interés por transformar las condiciones precarias de la educación en los centros educativos en donde trabajan.
Sin duda, consultar los diversos materiales de corte periodístico, leerlos, pensar en torno a las múltiples problemáticas que abordan, intercambiar ideas con otros colegas, proponer la creación de nuevos e interesantes espacios—para el análisis y la crítica—con nuestros estudiantes, nos invita a construir mejores escenarios para ir transformando, convenciendo hasta el público más exigente que cualquier educador puede ser sometido, nuestros educandos y la sociedad en general.
Es así como, este trabajo se propone abordar un tema actual y de interés para docentes y estudiantes que comparten juntos—diversas problemáticas educativas y sociales—, que además de ser de suma importancia para el ámbito escolar, lo es también para la sociedad en general, es decir, el incremento de una cultura científica escolar promovida por la escuela, por los docentes en su actuar cotidiano, provocando nuevas y mejores experiencias al interior de las aulas.
En primer lugar, resulta indispensable atender—algunas de—las líneas que nos pueden inspirar para abordar con cierto grado de confianza tal situación. Los jóvenes cuando se sienten desmotivados, no se comprometen, además de hacer fuertes comentarios negativos a todos aquellos discursos que los cuestionan injustamente o les hacen sentir poco importantes como estudiantes.
La estrategia, es justamente la inversa, es decir, convencerlos de que en ellos está la energía, la creatividad, el espíritu emprendedor para transformar las condiciones actuales en las que viven, que una gran mayoría de los casos son de extensa injusticia e indiferencia familiar, escolar, social, etcétera y que los hace además sentir muy alejados de un mundo más prometedor, de un ambiente escolar lleno de felicidad y de logros y satisfacciones sociales con un amplio sentido de justicia social.
Para lograr tal fin, es indispensable ayudarles a reconocer los pros y los contras de elegir y/o aceptar alguna de las situaciones ilícitas anteriores, que la escuela puede convertirse en un espacio creador de oportunidades, de propuestas que incluyan—sin excepciones—a todos los estudiantes y docentes dispuestos a comprometerse en organizar actividades culturales y escolares, que una comunidad educada para la libertad se convierte en un colectivo—potencialmente—situado en un contexto escolar y social mucho más prometedor.
En segundo lugar, una estrategia viable para concretizar y promover progresivamente una cultura científica escolar en los centros educativos, consiste en crear cursos, talleres, seminarios, entre algunos recursos pedagógicos para así incluir los materiales didácticos que la CECC ofrece para tal fin, es decir, ir incorporando progresivamente a las estrategias de enseñanza, lecturas organizadas por tema o problemática de interés, según los propósitos que el programa escolar señale, así como los que la comunidad educativa decida lograr.
En tercer lugar, las autoridades de las escuelas son una pieza clave, pues sin el apoyo oportuno en aquellas situaciones que se pueden ir presentando como obstáculos, como problemáticas que limitan la actuación de educadores y educandos los esfuerzos se debilitan, pierden fuerza a la hora de actuar y en consecuencia los estudiantes son los que se desmotivan sin oponer resistencia alguna a tal situación.
Finalmente, atender el reto de: ¿Cómo impulsar a los estudiantes hacia el gusto por adquirir una cultura científica? es una encomienda de todos los involucrados en el ámbito educativo y seguramente social, pero un elemento útil para fortalecer una cultura científica, ya sea en las escuelas o la sociedad, es ser parte de una Comunidad que este reflexionando permanentemente, con un profundo compromiso de hacer cultura, de hacer historia de la ciencia, de hacer grupos de docentes e investigadores, así como de otros especialistas comprometidos con la transformación educativa en la región latinoamericana y que oportuno y recomendable es incorporarse a la Comunidad de Educadores por la Cultura Científica (CECC) de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Creo con esperanza y optimismo que cada vez un mayor número de docentes y estudiantes inquietos se interese por los materiales que la CECC ofrece, es el mejor de los indicios de que los materiales son una alternativa viable para motivar hasta las más exigentes comunidades de lectores críticos, así puede ser considerado, como un auxiliar completo en contenido, de amplios temas sobre la ciencia y su aplicación—pues su uso durante el proceso educativo—de tan ricas reflexiones, que probablemente se irán convirtiendo en una referencia básica para impulsar espacios de comunicación en la escuela y de una sociedad que requiere saber más sobre temas de actualidad y urgente resolución.

Fuente OEI

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